Pasé los siguientes días atrapado en una nube de confusión. Me levantaba para encontrar que el Sr. Mellark había dejado una montaña de pan en la cocina y que Posy estaba engullendo media barra ella sola, sorprendida por la repentina abundancia.
Kathy venía todas las mañanas para acompañarme a clase, donde lo único que hacemos es ver los juegos.
La mitad de los tributos están muertos, pero Katniss consiguió salir del baño de sangre con una mochila. Está perfectamente, excepto por una quemadura en la pierna. De Peeta no se puede decir lo mismo, intentó unirse a los profesionales y salió con un corte en la pierna que puede costarle la vida, aunque lo hizo para salvar a Kat, y eso no se lo puedo echar en cara. Por mucho que quiera.
Madge lleva sin hablarme desde que asesinaron a Aaron, creo que está enfadada conmigo, aunque no recuerdo haberle hecho nada.
****
Abro los ojos y miro por la ventana. Detrás del cristal húmedo por el rocío hay un día triste y nublado, por la calle pasan personas que caminan con desgana hacia sus trabajos; figuras escuálidas que luchan cada día, que aspiran un mundo mejor.
Me levanto pesadamente, con cuidado, para no apoyar el pie en el suelo y que así se cure antes. Lo necesitaré para lo que tengo en mente.
Camino -cogeo- hacia el cuarto de baño para prepararme para otro día más.
****
—¡¡Galey!! ¡Vamos a llegar tarde!
—¡No me llames así! —respondo desde la cocina, donde me despido de mi familia.
Salgo a la calle y veo a la chica que me espera. Es morena, como su hermano; también tienen los mismos ojos azules helados, y la misma sonrisa permanente.
—A buenas horas Bello Durmiente
—Ah, ¿te parezco guapo? —bromeo. Ella me mira y sonríe, pero no dice nada.
En nuestro trayecto hasta el instituto pasamos por delante del Quemador, lo que me recuerda que dos familias no pueden vivir eternamente a base de pan, y me hace sentir culpable.
—Oye —dice Kath al cabo de un rato
—Dime
—Estás seguro de qu.. —se interrumpe, dos agentes de la paz salen de un callejón y caminan justo detrás nuestro, pero yo se perfectamente a lo que se refiere.
—Sí —respondo firmemente— ¿Por? Tienes miedo?
—No, —se ríe amargamente— pero no es propio de ti.
—Han pasado muchas cosas, lo sabes.
****
Cuando llegamos a clase voy directamente al sitio que Izan ha guardado para mi.
Voy todo lo rápido que puedo, mirando al suelo, pero sin poder evitarlo miro a Madge, que está en el sitio más alejado del mio, pero también me está mirando. Bajo la mirada antes de ver como sus facciones se llenan de ira. Hacia mi.
Me siento con Izan cuando la televisión se enciende y aparece un primer plano de Rue tirada en el suelo, con una lanza clavada en su estómago y Katniss recogiendo algo del suelo. Son flores. Entonces se agacha al lado de Rue y empieza a colocarlas a su alrededor. Se corta la imagen al instante, pero es tarde. Todos lo han visto.
Enfocan a los profesionales, que están planeando como matarán a su siguiente víctima. Decido dejar de prestar atención y me pongo a hablar de cosas sin importancia con Izan hasta que nos mandan callar y saco un cuaderno para dibujar.
****
Cuando suena la campana Izan no deja de reírse de mis dibujos amorfos, pintar se me da bastante mal, pero si no tengo nada más que hacer...
Vuelvo solo a casa, y encuentro a Madge por el camino. Ella me ignora, pero yo quiero hablar con ella.
—¿Qué quieres Gale? —dice con voz cansada
—Saber que te pasa, ¿por qué estás enfadada conmigo?
—¿De verdad no lo sabes?
—No...
Frunce el ceño cuando dice:
—Tú lo sabías, sabías que iba a entrar y no me lo dijiste ¡Confié en ti! —tardo un segundo en entender de lo que está hablando, pero cuando lo hago empiezo a enfadarme con ella como no lo he estado en mucho tiempo.
—Perdona, ¿qué?
—Lo que has oido
—No... —intento respirar, pero exploto— ¿A caso te ha afectado eso lo más mínimo? ¿Te quitó algo? ¿Te hizo daño? Pues bien, ¡Ahora él está muerto! Y a ti solo se te ocurre pensar en que entró en tu casa.
—Gale... —intenta tranquilizarme, pero ya he empezado.
—Su vida se estaba desmoronando, buscaba una solución y a ti te da igual ¡Te da igual todo el mundo Madge! ¡Solo te preocupas por tus tonterías! —entonces noto algo húmedo en mi cara y me doy la vuelta, — eso me pasa por juntarme con niñas pijas —salgo corriendo, haciéndome daño, pero me da igual solo quiero irme y pensar que nada de esto ha pasado.
Llego a casa y me encierro en mi habitación. Me tumbo en la cama cuando empiezo a echar mucho de menos a Katniss.