Capítulo 2 Gale

El viento mueve las ramas de los árboles a mi alrededor e intento calmarme con el murmullo de los pájaros, intentando sacarme por un minuto a Katniss de la cabeza, no puedo.

Después de que Katniss partiera en el tren hacia el capitolio, mi madre intentó hablar conmigo pero no le dejé y corrí al bosque. He estado aquí sentado durante dos horas y seguro que me están buscando pero no pienso moverme.  

Minutos después llega corriendo Prim con los ojos rojos y grandes lágrimas en las mejillas,  me da un abrazo y sonríe tristemente.

-Vamos a casa Gale- me da la mano y la sigo.

Llegamos a su casa y veo a la madre de Katniss sentada en el sofá con la cara entre las manos.

 - Mamá- dice Prim y levanta la cabeza, me mira.

 - Hola Sra. Everdeen.

 - Hola Gale, ven siéntate- voy con ella y me siento a su lado.

 Ahora me doy cuenta de que la televisión está encendida, están repitiendo la cosecha, un chico del distrito 7; con una gran herida en el brazo avanza hacia el escenario y su representante, con medio lado de la cabeza rapado y la otra mitad en cresta, de color amarillo chillón se ríe y aplaude. A su lado, una chica de unos 16 años, rubia contiene las lágrimas. Se dan la mano y enfocan a los comentaristas que debaten las probabilidades del chico y de los estúpidos motivos que pudieron causar la herida que tenía.

Después siguen con las cosechas, distrito 8, su representante, un hombre alto con la piel verde pistacho y el pelo de color rojo se acerca a las urnas de las chicas. Según él saca la papeleta recuerdo el momento en le que, más que nunca, desee que no saliera Katniss. Efectivamente, no salió.
De repente me veo cogiendo a Prim en brazos y alejándola del escenario, de Katniss, de los juegos, para dejar a Katniss ir. Después sube Peeta, se dan la mano y pasan otra vez a los comentaristas que hablan de el extraño suceso de que haya un voluntario en el Distrito 12.
No se quien apaga la televisión pero la casa se queda en silencio.
 - Bueno, creo que me voy a casa-digo- mi madre me estará buscando.
 - Sí.-dice Prim
 - Adiós.
 - Adiós Gale -dicen las dos a la vez.
Al abrir la puerta de mi casa, mi hermana pequeña, Posy me abraza, y mi madre sale de la cocina, con los  extremos de las mangas de la camisa mojadas de lavar ropa y una triste sonrisa en la cara.
 - Hola mamá
 - Gale, te están esperando.