A ver. Vamos a pensar un momento. Ella ya me lo dijo. ¿Me lo dijo no? Sí, seguro. ¿Seguro? No, puede que no, a lo mejor la entendí mal. Pero si Peeta acaba de decirlo...
Vale. Entiendo que Delly me diga que Peeta estaba enamorado de Kat; yo debería poder saberlo pero una cosa es eso y otra que lo suelte delante de todo Panem. Y también tengo derecho a estar celoso y enfadarme ¿no?
También sé, que salir corriendo, matándose con la mitad de los muebles de la casa de otra persona, a la pata coja, no es la reacción más esperada por mi parte.
Además, dejar a Prim y a su madre pasmadas con la declaración sobre su hija, aún más cuando yo lo sabía y debería de haberles explicado las intenciones de Peeta, para ir, más o menos, a ninguna parte no es muy responsable.
Huh.
Eso me recuerda a alguien.
Después de toda la noche intentando dormir en un rincón de una vieja casa abandonada decido ir a hablar con Aaron y a pedirle disculpas. Después iré a casa de Prim o a clase. Mañana empiezan los Juegos.
****
Según me voy adentrando en la calle voy encontrando más y más gente arremolinada, formando un círculo alrededor de cinco figuras. Un hombre arrodillado en el suelo, con la cabeza hundida entre los hombros; un agente de la paz detrás suya apuntándole con una pistola y otros tres a su alrededor, mirando.
Un hombre.
Pelo castaño oscuro, casi negro y helados ojos azul claro.
-Aaron Kloss ¿cierto? -pregunta uno de los que estaban mirando.
-Sí agente.
-¿Se le ocurre por qué está aquí ahora?
-No -responde secamente, el hombre que le interroga frunce el ceño.
-¿No? Tengo entendido que su madre está muy enferma... ¿No es esa de ahí? -dice señalando a una mujer en el público, que observa atemorizada.
-S-sí
-¿Y cómo puede explicar que esté aquí, y no medio muerta en su casa?
-Yo... conseguí medicina.
-Enhorabuena, con lo difícil que es eso por aquí -no hay respuesta- Y, ese hallazgo suyo ¿seguro que no está relacionado con un robo que se produjo el pasado martes en la casa del Alcalde?
-No agente.
-¿Entonces como explica que un mayordomo le viera salir por una ventana esa misma noche?
No responde. El agente que da vueltas al rededor suya mira al del arma y asiente con la cabeza.
Este se prepara para disparar.
Mis piernas empiezan a correr, llevándome hacia donde está Aaron; pero uno de los agentes me detiene y no llego a tiempo.
-¡¡No!! – grito con voz ronca, aún resistiéndome.
El sonido de un disparo rebota contra las paredes, y estas me lo devuelven; riéndose de mí.
Impotente, veo como cae al suelo; su rostro sin expresión, su cuerpo sin vida.
Un grito desesperado surge desde una esquina y su madre, una mujer de semblante cansado y pelo canoso corre hacia él y le coge la mano.
Las tres figuras blancas dan su trabajo por terminado y, satisfechos, se marchan. Poco a poco el resto de la gente también se va, aunque algunas personas quedan inmóviles.
Me tiro de rodillas al suelo y poco a poco, todo se nubla. No es justo...
Personas como él y mucho más jóvenes mueren todos los días, asesinadas, de hambre, enfermos; o lo que es mucho peor: en un estúpido juego. No importa si es justo o no, ya no hay justicia para nosotros.
Si haces hago mal, pagas por ello. Da igual si quieres matar al presidente o salvar un Distrito, no puedes fallar. No te puedes salir de las pautas establecidas.
Y ese es el punto.
La parte de mi que reprimía mi rabia, que me hacía callar lo que solo le decía a Katniss en el bosque, a solas; explota.
No es justo, y eso tiene que cambiar. Va a cambiar
Entonces levanto la vista y la veo. Madge me está mirando fijamente, nuestras miradas se encuentran, pero en la suya solo puedo ver… ¿ira? ¿Decepción? Entonces cierra los ojos fuertemente y se va corriendo.
Resisto el impulso de ir tras ella, tengo que ayudar a la familia de Aaron con su entierro… y lo que necesiten.
****
Leevy, Rick y Darius ayudaron a llevar a Aaron al patio trasero, donde su madre, Sophie, decidió enterrarle. También se encargaron de cavar un hoyo mientras los demás pensábamos en su epitafio.
Sophie sostiene una vieja y amarillenta libreta sobre sus rodillas, mientras, no muy convencida, escribe nuestras sugerencias con un raído lápiz.
-No es... suficiente -dice
-Llevamos media hora dándote ideas que no te gustan, ¿por qué no puedes, simplemente, escoger una y ya está? Estoy cansada -replica su impaciente hija.
-¡¡Katherine!! ¡Es tu hermano, haz el favor de mostrar un poco de respeto por tu parte! -grita enfadada y se larga lo más rápido que puede.
Kathy nació un año después de Aaron, y con su carácter rebelde y despreocupado, nunca se llevó muy bien con su madre, siempre estaban discutiendo por cualquier tontería; pero, he de admitir que muchas veces se pasó, si se enfada por algo se venga de ti de la manera más cruel que se le ocurra.
Claro que, para ella es divertido.
-"Haz el favor de mostrar un poco de respeto por tu parte" - repite burlonamente- mñññ.
-Kathy, tiene razón.
-Oh Gale tu siempre tan responsable, por qué no te relajas de vez en cuando, así estresas.
-Es que no te das cuenta, tu hermano acaba de morir y tu estás tan pancha.
-¿Y que esperas?¿Qué esperáis todos? ¿Qué me eche a llorar como una niña tonta? Qué me hunda, me deprima y qué tengáis que decirme "está en un lugar mejor" y que todo el mundo muere.
»Porque no es así, no debió haberle pasado eso, es la maldita estupidez del Capitolio y si pienso en eso, no podré soportarlo. Nadie piensa que en realidad yo también le quería. Prefiero ser fuerte y no caer en eso.
-Pero, ser fuerte no implica hacer daño a los demás.
Se queda mirándome fijamente, después de unos segundos me abraza. Y yo también a ella.
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